miércoles, 26 de febrero de 2014

Un traspie frente a Galeria Barricaña


Caminaba apurada  por la calle victor manuel rendón, en un descuido di un traspie, mis lentes salieron volando por un lado, mi morral con los libros por otro y yo, fuí a caer al suelo en frente de una hermosa puerta de madera abierta que tenía mas arriba un rótulo con el nombre "Barricaña" la caida fue tal que el gato marrón que descansaba en el pórtico, espantado,  corrió a refugiarse adentro, tampoco faltaron los comedidos que se acercaron a ayudarme, la buena señora que recogió mi morral y metió los libros, el...alegre y vivaracho muchacho que medio escondido no paraba de reir pero preguntó si es que me encontraba bien y el cordial señor que me pasó los lentes y me dió una mano para levantarme, quien con una sonrisa me dijo: -si tuviste la amabilidad de espantar al gato, ahora, creo que deberías tener la amabilidad de entrar, van a poner una película- la tenue luz del foco de la entrada, la música, las voces y risas  que venían de ahí me invitaban a entrar y no salir mas sinembargo me tocó dejarlo para otra ocasión. 

Los patines de cuatro ruedas

Eran unos patines de tela con cuatro ruedas de color rojo ya algo gastadas por el constante uso, me quedaban capáz dos dedos más grandes que mi talla, me acuerdo que me los ajustaba dándole una vuelta a los cordónes por la canilla para después amarrárlos de tal manera que me sentía segura de mantener el equilibrio y dar el primer paso en falso y volverme a levantar, los había heredado de una prima mayor sinembargo esos patines  eran mi tesoro, me hice experta en muy poco tiempo y ya patinaba en el cemento, en la baldosa, en el suelo de madera, en el camino de piedras, en el pasto, solo me faltaba perfeccionar mis saltos que los hacía desde una piedra gigante que estaba en el patio del centro, lo bueno era que tenía la compañía de mi perro, por eso podía calcular hasta dónde tenía que dar el salto o aveces él me servía para amortiguar la caída...
Era la época en que todos mis primos tenían bicicleta o triciclo, yo tenía unos patines gastados, unos hermosos patines gastados.

lunes, 9 de septiembre de 2013

La pequeña fiesta de fútbol de la selección ecuatoriana

Colombia ganó el partido de fútbol contra Ecuador,
Los gritos de alegría e ira de los trausentes agrupados en los locales comerciales de electrodomésticos mezclandose con las banderas que se isan, con el regetón y la tecnocumbia,
Estallan esta noche en el bulevard 9 de octubre,
Ladrónes, vagabundos y gendarmes celebran con la muchedumbre el ansiado último gol que hizo ganar a los colombianos,
Pues no es posible esconder que esto es una fiesta para todos.

Fútbol, me hace recordar que es viernes por la noche y que las cantinas atestadas de cerveza y móscas detienen sus recitales poéticos, a sus actores en el ecenario para dar paso a poner en grandes pantallas el partido y atraer a cada curioso en masa,

Fútbol, es la excusa de muchos para salir corriendo a la calle en el día del cumpleaños de su madre o abuelo e ir a ingerir litros de licor y amanecer en las veredas,

Fútbol, me hace pensar en los millones de dolares que debe ganar Youtube gracias a algún fanático individuo que haya colgado el video con solo una fracción de segundo cuando metieron la pelota en el arco que grabó de la televisión desde el iphone o la tablet obteniendo más de mil visitas,

Fútbol, me hace recordar la insignificancia de una pelota de caucho pateada por veinticuatro personas que en lo mas profundo de sus corazónes sienten odio por los del otro equipo porque lo único que quieren es la gloria,

Fútbol, me hace darme cuenta que en cadena sabatina el amable señor presidente de la república celébre a los futbolistas a intervalos casi una hora cuando existen situaciones mas importantes que arreglar que un pequeño partido de fútbol.

Fútbol, me hace recordar a los vándalos que saquearon el estadio de Campwell porque no había ganado su equipo,
Que grafitearon el monumento en el parque Centenario porque no había ganado su equipo,

La palabra fútbol me hace entrar en duda si es que es matánza o alegría.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Cuestión de móscas

Una mesa,
Tres sillas plásticas vacías,
Un diario a medio leer,
En un rincón cerca de la mesa un gato lamiéndose,
Una ventana abierta,
Una mósca se para encima del pan,
Frota sus patas delanteras,
Muevo mi mano para alejárla y esta vuela despavorida en círculos,
El gato la ve fijamente sin hacer nada,
Miro al gato,
Busco la mósca,
Parece que se ha ido,
Regreso a mi lectura,
Por casualidad miro el pan,
Ahora hay tres móscas frotandose las patas,
Esta vez las dejo más tiempo allí encima,
Paradas, pareciera que estuvieran conversando,
En la cima de una montaña sin noción de las horas,
Hacen un sincero equipo, pienso,
Como deberíamos hacer los seres humanos,
No ven distinciones entre ellas,
En esta ocasión no tengo que mover la mano para que se alejen, se van,
Las oigo zumbar por mis orejas,
El gato se sube a la mesa y mira el techo,
Estira el cuello, ha visto a las tres,
En su indescisión de cuàl cazar se echa,
Miramos las móscas,
Nos miramos en un acto de complicidad
Dejandolas ir libres por la ventána.

domingo, 11 de agosto de 2013

Sinvergüenza

Como explicarle que cada vez que lo veo/ me lo quiero comer a besos/ sin importarme si lo sofoco o lo tironeo/ escondidos tras los árboles o en frente de quien carajo sea/ yo quiero verme envuelta/ en esos besos de chocolate y fresa/ boca a boca sonrisa a sonrisa/me volvería atrevida/ para morderlo suavemente y escabullir mi mano entre sus piernas. 

Si esto le sorprende/ dejeme le susurro en la oreja/usted calienta mi deseo de desvestirlo/ tanto dormida como despierta/ y si me dejara inocentemente besarlo de pies a cabeza lo que más pueda/ le juro que no se arrepentiría de devolverle los besos a esta ingenua poeta

sábado, 10 de agosto de 2013

Y lo mandé al carajo

Por lo menos deberías decirme pronto que ya no quieres que te escriba  ni que te vea/para que yo no este aquí como cojuda construyendote cálidos sentimientos/esperando tus besos y tu respuesta/ aquel día te vi amable, altivo y atractivo/ no fue mi culpa que los pájaros revolotearan y que tamaña belleza por mi camino se cruzara/si volviste con tu novia  que alegría/que así sea/sinembargo no te olvides que con el cariño no se juega.

Me vi envuelta en tus labios de chocolate/entre tus besos que me enloquecían/en tus brazos dulces que me apretaban...con algo de armonía/y en lo màs profundo sabía que dichas caricias algùn momento volarían/ no pensé que tan pronto y en silencios tan poco atrayentes/en fin/tu te pierdes de los futuros abrazos y los susurros en la oreja/de esta humilde e ingenua poeta.





domingo, 7 de abril de 2013

School love


Iba un poco mas temprano, antes que llegaran algunos profesores y alumnos,
Me sentaba, entumecida de frío en el parqueadero, a esperar la estrepitosa llegada de los buses,
De uno en uno se bajaban las personas, alegres en sus uniformes verde azul con sus mochilas en la espalda, otras un poco mas estresadas por la juventud con la que les tocaba lidiar,
Entre esa multitud de algarabía, estabas tu, risueño y pensativo como si el tiempo en ti no transcurriera, no tuviera matices,
Pasabas por mi lado, sonreías esperando un saludo que lo tenia planificado en mi mente mas nunca salía de mi boca,
-Hola, ¿como estas?- pensaba
-Hola, ¿Qué tal es viajar en bus al colegio? ver los cerros y volcanes nevados debe quitar un poco el estres de venir a dar exámenes- pensaba
-Hola, ¿Y encontraste el libro de Augusto Monterroso del cual hablábamos en clase de literatura?- pensaba
Y sólo pensaba...
Y el olor de tu piel, me envolvía en esa mañana helada quedándose en mi hasta el final de las clases...
Ya en el aula, me sentaba de tal manera que podíamos mirarnos,
A veces tenia la sospecha que tu sabías que te quería, me mirabas fijamente con esos ojitos de piedritas de esmeraldas y tu ligera sonrisa que me llegaba a asustar,
Los recreos se hacían eternos cuando te sentabas con tanto gusto un rato a mi lado para conversar con las demás compañeras,
Tu sonrisa siempre estuvo presente en lo que nunca concluyó o quizá nunca empezó,
Y siempre te esperé en el parqueadero,
Y Siempre nos mirábamos,
Y sin embargo un día me dijiste;
-Me gusta tu pelo, es peculiar-.