Toma mi mano
y volemos juntos
a ese mundo azul
tan esperado.
Jugemos con el viento
que nos tiene enredados
en sueños locos
de miel y arandano.
Sonriamosle al tiempo
que nos hizo recordar
que esta dicha
no nos abandonara.
Miremonos en silencio
y disfrutemos de ese momento
convirtamoslo
en nuestro dialecto.
Encontremonos en el
amanecer
hagamos que nuestra esperanza
vuelva a nacer.
Bailemos con los pajaros
que ellos nos acompañaran
a ese mundo azul
con el eco de su trinar.
A mi hermano.
jueves, 17 de diciembre de 2009
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