Algun dia quisiera ser un arbol,
el mas grande, el mas fuerte,
que mis raices penetren esa
tierra tan anhelada.
Serian milenaria y tendria
el dominio de la extension,
mis guresas ramas
dialogarian con el viento
en su lenguaje infinito.
Alargaria mi luz,
con la punta de mis hojas
daria un pequeño toque
a los astros y simpatizaria con ellos.
El crepusculo iluminaria
mi cuerpo de madera,
y guardaria mis besos de rocio
en su misterio
para un dia compartirlos con el sediento.
Mi sitio, una montaña
donde haya un silencio de tumba,
ni el rumor de la nerviosa brisa
se atreveria a estorbar.
Los frivolos pajaros me poblarian
de amor lejano,
seria su hamaca, su nido
donde puedan descansar su embriaguez.
jueves, 17 de diciembre de 2009
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